Ensayo : Carta a la Tierra
Nuestro rol como ciudadanos
responsables, así como el de las organizaciones para las que laboramos, en
particular las redes globales – multinacionales - ha cambiado drásticamente en
los últimos 20 años. El crecimiento de la población mundial ha disparado la
escasez de alimentos; no por falta de los mismos, ni porque los recursos para
producirlos estén agotados o sean no existentes, más bien, por efecto de las
políticas socioeconómicas que únicamente aumentan la brecha social entre ricos
y pobres, en donde la repartición equitativa de la riquezas de las naciones es
tema utópico. De igual manera, la falta de interés de muchas organizaciones de
impacto y presencia global que lucran incesantemente sin tomar en consideración
el daño ocasionado muchas veces de manera permanente a nuestra madre tierra.
El tema de la Responsabilidad Social
Corporativa (RSC) adquiere aires preponderantes antes las muestras del daño que
hemos causado. Por un lado tenemos una gran cantidad de organizaciones que han
comprendido su papel en nuestra sociedad – mas allá de generar empleo – y por
otro aquellas que además de comprender su papel, han entendido que la RSC es
también un tema de mercadeo y “branding”.
La Fundación WCF (brazo de RSC de la empresa
para la que laboro) está enfocada específicamente en la educación de niños de
bajos recursos. En cada país en donde se tiene presencia la fundación crea
lazos y redes con ONG’s de alto impacto y alcance social que le permiten a la corporación generar beneficios a aquellos
grupos de niños seleccionados, así como el reconocimiento de la propia sociedad
en la que se ha insertado. Existen otras iniciativas de carácter nacional que
no son respaldadas de manera oficial por
la empresa, sin embargo, los colaboradores involucrados en estos proyectos han
dado a conocer el nombre de la empresa sin solicitar nada a cambio.
En este caso, la organización de manera
estratégica ha escogido una de las áreas más importantes en el desarrollo de
todo ser humano para realizar sus labores de RSC. La educación sigue siendo la
base del conocimiento de la raza humana, nuestra capacidad de reproducir el
conocimiento adquirido así como la capacidad que tenemos de crear nuevos
conocimientos es lo que nos permite avanzar de manera vertiginosa en temas como
la tecnología y la ciencia en general.
Enfocar esfuerzos de RSC hacia un área en particular denota orden y
claridad en lo que se quiere como empresa, sin embargo, priva a la organización
de adentrarse en otras áreas de alto impacto social que también pueden generar
beneficios bilaterales (sociedad-organización).
La carta a la tierra gira en torno a 4 principios
básicos[1]:
Respeto y Cuidado por la Vida, Integridad Ecológica, Justicia Social y
Económica y Democracia, No Violencia y Paz. Cada pilar es vasto por sí mismo,
además ambicioso si tomamos en cuenta que como raza los seres humanos hemos
mostrado comportamientos autodestructivos de el principio de los tiempos (solo
el siglo pasado fue testigo de dos guerras mundiales). En todos ellos se pretende una integridad de
naciones, culturas y sociedades; el trabajo conjunto requiere superar barreras
de idioma, de religión, de intereses económicos, de rezago en temas de
desarrollo social, económico, político y tecnológico.
Si bien es cierto, la democracia como
institución sociopolítica ha ganado terreno frente a otros sistemas políticos
con estructuras mas restrictivas hacia sus pueblos, los problemas internos de
cada nación absorben la capacidad de reacción de los estados dejando poco o
nada para buscar acercamientos reales – no juegos políticos en donde todos se
involucran de palabra pero muy pocos toman acciones – que tengan alcances
palpables.
La sostenibilidad es otro tema que ocupa
portadas de diarios, revistas y mantiene en ascuas a muchos generadores de
opinión. Existe una nueva cultura global (o al menos así parece, con la llegada
del Internet la velocidad con la que viaja y se transmite la información ha
revolucionado nuestra manera de comunicarnos) en la que predomina la conciencia social. Las
redes sociales han promovido la creación de espacios virtuales, chats, foros y
otros que permiten a las personas en extremos opuestos del mundo intercambiar
ideas, pensamientos; compartir iniciativas que de muchas manera inspiran.
La posibilidad que tenemos hoy en día como
seres sociales, responsables y preocupados por nuestro entorno, de actuar a
favor de la salvación del planeta es sin duda alguna, la mejor que cualquier
generación haya tenido. Estamos mezclados los de la generación “X” con los más
jóvenes pero apasionados de la generación “Y”, así mismo, aquellos “baby
boomers” que siguen vigentes.
Como profesionales conscientes tenemos el
deber de generar reacciones en nuestras organizaciones, promover espacios de
discusión, asistir a los que no han sido tan afortunados y propiciar su desarrollo,
favorecer la inserción laboral de los nuevos graduados, en fin, simplemente
regresarle a la sociedad lo que se nos ha dado.