lunes, 28 de enero de 2013

Ensayo Carta a la Tierra


 Ensayo : Carta a la Tierra


Nuestro rol como ciudadanos responsables, así como el de las organizaciones para las que laboramos, en particular las redes globales – multinacionales - ha cambiado drásticamente en los últimos 20 años. El crecimiento de la población mundial ha disparado la escasez de alimentos; no por falta de los mismos, ni porque los recursos para producirlos estén agotados o sean no existentes, más bien, por efecto de las políticas socioeconómicas que únicamente aumentan la brecha social entre ricos y pobres, en donde la repartición equitativa de la riquezas de las naciones es tema utópico. De igual manera, la falta de interés de muchas organizaciones de impacto y presencia global que lucran incesantemente sin tomar en consideración el daño ocasionado muchas veces de manera permanente a nuestra madre tierra.
El tema de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) adquiere aires preponderantes antes las muestras del daño que hemos causado. Por un lado tenemos una gran cantidad de organizaciones que han comprendido su papel en nuestra sociedad – mas allá de generar empleo – y por otro aquellas que además de comprender su papel, han entendido que la RSC es también un tema de mercadeo y “branding”.
La Fundación WCF (brazo de RSC de la empresa para la que laboro) está enfocada específicamente en la educación de niños de bajos recursos. En cada país en donde se tiene presencia la fundación crea lazos y redes con ONG’s de alto impacto y alcance social que le permiten  a la corporación generar beneficios a aquellos grupos de niños seleccionados, así como el reconocimiento de la propia sociedad en la que se ha insertado. Existen otras iniciativas de carácter nacional que no son respaldadas  de manera oficial por la empresa, sin embargo, los colaboradores involucrados en estos proyectos han dado a conocer el nombre de la empresa sin solicitar nada a cambio.
En este caso, la organización de manera estratégica ha escogido una de las áreas más importantes en el desarrollo de todo ser humano para realizar sus labores de RSC. La educación sigue siendo la base del conocimiento de la raza humana, nuestra capacidad de reproducir el conocimiento adquirido así como la capacidad que tenemos de crear nuevos conocimientos es lo que nos permite avanzar de manera vertiginosa en temas como la tecnología y la ciencia en general.  Enfocar esfuerzos de RSC hacia un área en particular denota orden y claridad en lo que se quiere como empresa, sin embargo, priva a la organización de adentrarse en otras áreas de alto impacto social que también pueden generar beneficios bilaterales (sociedad-organización).
La carta a la tierra gira en torno a 4 principios básicos[1]: Respeto y Cuidado por la Vida, Integridad Ecológica, Justicia Social y Económica y Democracia, No Violencia y Paz. Cada pilar es vasto por sí mismo, además ambicioso si tomamos en cuenta que como raza los seres humanos hemos mostrado comportamientos autodestructivos de el principio de los tiempos (solo el siglo pasado fue testigo de dos guerras mundiales).  En todos ellos se pretende una integridad de naciones, culturas y sociedades; el trabajo conjunto requiere superar barreras de idioma, de religión, de intereses económicos, de rezago en temas de desarrollo social, económico, político y tecnológico.
Si bien es cierto, la democracia como institución sociopolítica ha ganado terreno frente a otros sistemas políticos con estructuras mas restrictivas hacia sus pueblos, los problemas internos de cada nación absorben la capacidad de reacción de los estados dejando poco o nada para buscar acercamientos reales – no juegos políticos en donde todos se involucran de palabra pero muy pocos toman acciones – que tengan alcances palpables.
La sostenibilidad es otro tema que ocupa portadas de diarios, revistas y mantiene en ascuas a muchos generadores de opinión. Existe una nueva cultura global (o al menos así parece, con la llegada del Internet la velocidad con la que viaja y se transmite la información ha revolucionado nuestra manera de comunicarnos)  en la que predomina la conciencia social. Las redes sociales han promovido la creación de espacios virtuales, chats, foros y otros que permiten a las personas en extremos opuestos del mundo intercambiar ideas, pensamientos; compartir iniciativas que de muchas manera inspiran.
La posibilidad que tenemos hoy en día como seres sociales, responsables y preocupados por nuestro entorno, de actuar a favor de la salvación del planeta es sin duda alguna, la mejor que cualquier generación haya tenido. Estamos mezclados los de la generación “X” con los más jóvenes pero apasionados de la generación “Y”, así mismo, aquellos “baby boomers” que siguen vigentes.
Como profesionales conscientes tenemos el deber de generar reacciones en nuestras organizaciones, promover espacios de discusión, asistir a los que no han sido tan afortunados y propiciar su desarrollo, favorecer la inserción laboral de los nuevos graduados, en fin, simplemente regresarle a la sociedad lo que se nos ha dado.


sábado, 26 de enero de 2013